Lo he recibido, sí…y abierto el sobre, me conmuevo.
Lo siento todo, cariño, desde el primer momento en que empezaste a hacerlo…es prodigioso lo que siento…cuando tomaste el papel y comenzaste a trazar las líneas del dibujo…las veces en que movías la cabeza pensando qué faltaba…el cuidado y la lentitud con que fuiste uniendo las letras para componer el texto…las vueltas del papel…el que desestimaste porque no te quedó tan bien como querías…..cuando tomaste el cuadrito de papel y escribiste te amo…y te detuviste con el latir de tu corazón….Lo siento todo amor y es mágico…la telita…el fragmento de hoja, el ramo que parece jazmín..y finalmente el lazo…y no sabías qué escribirme…no te salía…pero no querías dilatarlo porque temías no me llegara a tiempo…y escribiste de una vez en ese papel precioso que eres tú y tu color, las palabras que ahora me roban todo lo poco que me queda, y a qué tiempo…porque ya nada soy sino es contigo, vida de mi vida…Nada soy, si no es entre tus brazos.
Hoy estoy convencida…de que el mejor regalo, el más bello…no me lo has hecho tú, sino mi Dios al entregarme algo tan espiritual, encantador…tan amoroso y excelso como tu presencia en mi vida…..y yo le he prometido mimarte y cuidarte con exquisita devoción…con el sigilo con que se toma una joya de cristal antiguo…para que no te me rompas, amor,…y mucho menos, entre mis manos.
Te amo con toda mi vida…con mi mente…con lo más recóndito de mí… porque eres más que la lamparita que ilumina el túnel de mis sentimientos…el sol de mi pensamiento…la luz, que dibuja y condiciona mi existir.
Raysa White 
La Rosa 